lunes, 4 de marzo de 2024

Paciencia y Tiempo




Hace un tiempo, estaba viendo una serie donde uno de los protagonistas decía algo así como: 
"dos de las cosas más importantes para ver resultados importantes, es cultivando la paciencia y tener el arte de esperar y confiar en el tiempo". 

Al escuchar la frase algo hizo clic en mi cabeza. No sé si os pasa como a mí, que aunque sepáis algo más que de sobra, no le dais la importancia que se merece, y un día de repente alguien lo dice o lo explica de una manera que te hace cambiar rápidamente las prioridades en tu vida. O igual es que ese mensaje aparece en el momento indicado ¡quién sabe! Lo que es cierto y se puede observar hoy en día en nuestra sociedad es la escasez de paciencia. Vivimos rápido y todo lo queremos ¡ya! Voy a poner un simple ejemplo aprovechando la era de internet y las redes sociales: un día cualquiera estamos desayunando, en el autobús o donde sea, visitamos nuestro correo electrónico a ver si hemos recibido ese ansiado correo que esperamos, o simplemente miramos por simple curiosidad. Empezamos a trabajar, y nos sorprendemos mirando el correo de nuevo cuando no han pasado ni siquiera tres horas. 

Si volvemos al pasado cuando no había internet, ¿recuerdas cuando esperábamos la carta de un ser querido con la esperanza e ilusión intactas? Ahí iban implícitas la paciencia y el factor tiempo hasta el cartero llegaba e introducía la carta en nuestro buzón. Con este ejemplo anterior, podemos comprender la importancia de saber esperar y la satisfacción posterior. Porque la impaciencia no nos deja disfrutar del presente y genera insatisfacción. VIVIMOS A UN RITMO MUY ACELERADO.

 Hace un tiempo, os hablaba de que la sociedad "nos incitaba" en parte al consumismo, y en este tema que hablo hoy, nos incita a estar siempre haciendo y haciendo, cuánto más mejor. Este "ir acelerado", además de ser una fuente de estrés, cuando hacemos y hacemos cosas para acelerar un proceso, nos genera una frustración enorme al no ver los resultados cuando nosotros queremos.

Todo tiene su tiempo y su ritmo; solamente tenemos que observar a la naturaleza, a las estaciones, al dia, a la noche... En realidad, muchas veces no conseguimos nuestras metas u objetivos porque cuando no vemos los resultados cuando nosotros lo deseamos, abandonamos y creemos haber fracasado en nuestro cometido y, para nada es así. Realmente, nos ha faltado paciencia y tiempo, muy seguramente.
 Ya lo decía Benjamín Franklin: Quien tiene paciencia, obtendrá lo que desea

 ¿Conoces la leyenda del bambú japonés? La leyenda del bambú japonés, nos enseña la importancia de saber esperar para ver los resultados, ya que aunque no veamos avances, seguramente como el bambú estemos echando nuestras raíces. Os dejo a continuación un video con la reflexión de dicha leyenda por si no la conocéis y os apetece verlo. ¡Seguro que te encantará!



 Así que os invito, ahora con el comienzo de la primavera a la vuelta de la esquina; donde muchos de nosotros nos planteamos objetivos y metas nuevas, practiquemos la paciencia y demos tiempo al tiempo para ver los frutos. Enfoquemos nuestra mente para ello más en el presente, en el proceso, en el paso a paso, más que en la finalidad y en el resultado.

 En momentos donde parezca que vamos perdiendo la esperanza, donde nos ponemos tristes porque no vemos avances, vendrá bien echar la vista atrás y recordar logros que habéis conseguido y que llevaron su trabajo y su tiempo. 

Realmente, cuando algo vale la pena se hace esperar, y así lo dice el dicho: las cosas de palacio van despacio.

¡Un abrazo gigante!

20 Comments:

  1. Con las prisas nos perdemos lo importante de vivir disfrutando el momento. Total al final llegaremos donde tengamos que llegar. Un abrazo

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    1. Totalmente es así, Ester. "Llegaremos donde tengamos que llegar". Otro abrazo de vuelta!

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  2. Cuánta razón tienes en esta reflexión sobre la paciencia y el tiempo. Tal como vivimos, en ese ritmo frenético, no nos damos cuenta de que, a veces, para conseguir lo que queremos necesitamos respirar hondo y dejar que a su pase avance.
    Me ha encantado leerte. Un abrazo tan o más gigante que el tuyo!

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    1. Así es, dejar fluir. Lo has descrito perfectamente "dejar que a su pase avance". Muchas gracias; a mí me ha encantado que comentes y lo que has aportado.
      Recogido ese abrazo tan o más gigante!

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  3. Mucha paz e importantes enseñanzas en este post Yolanda, gracias. Además no conocía el cuento del bambú japonés ni que los primeros 7 años va echando raíces hasta que empieza a crecer.
    Un abrazo.

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    1. El cuento bambú es una maravilla. No hace tanto que lo descubrí yo también.
      ¡Otro abrazo de vuelta!

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  4. No te quiero ni contar cuántos años me tomó, aceptar el tiempo y la paciencia como grandes maestros para nuestra consciencia

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    1. Suele pasar. A mí he costado también casi toda una vida y aun a veces me lo tengo que recordar. Somos meros aprendices de la vida. Gracias por comentar.

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  5. Cuánta razón tienes Yolanda, en tu argumento. Al menos yo echo de menos las cartas de mis amigas que ahora son llamadas telefónicas o simples wappsaps. Ahora estoy en esos momentos en los que necesito mucha paz, serenidad mental, y apoyo moral para superar el duelo familiar que estamos pasando. El tiempo pasa, el recuerdo permanece y las heridas de los que nos han dejado quedan plasmadas como un punzón y no queda otra que dejar pasar el tiempo para asimilarlo y aceptarlo. Me encanta leerte Yolanda. Me aportas serenidad. Un fuerte abrazo

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    1. Me pasa igual con las cartas de los amigos y familiares; tenían un encanto especial y mantenía viva la ilusión.
      Siento mucho leer lo de tu duelo familiar. Te mando fuerza y ánimo. Yo tampoco (como ya sabrás) estoy en mi mejor momento, pero tenemos que seguir aunque a veces sea "a rastras" y como bien dices, asimilarlo y aceptarlo.
      Muchas gracias por tus palabras, Nuria, de corazón. Me alegra saber que te aporto serenidad, aunque tengo que confesar que a veces también la necesito yo misma, pero intento volver a mi centro.
      ¡Otro fuerte abrazo de vuelta!

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  6. Esto es sabiduría pura. La prisa es la asesina de la vida, siempre tengo eso muy presente. Por supuesto que no siempre fui así, pero el tiempo es un gran maestro. Un abrazo grande Yolanda!

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    1. Totalmente, Maty. Como se suele decir : "las prisas con malas consejeras" El tiempo si que es sabio pero nos empeñamos a veces en acelerarlo, y lleva su curso, porque como bien dices es un gran maestro.
      ¡Otro abrazo grande para ti, Maty!

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  7. Además nos crea otros problemas como stress, ansiedad, etc. Un abrazo.

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  8. Una entrada mas que interesante y que nos da para reflexionar Yolanda. Gracias.
    Abrazos.

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  9. Gran artículo Yolanda.
    Hay muchas personas que tienen mucha prisa y corren, pero no saben exactamente hacia dónde...
    Al final, una se da cuenta de que disfrutando de la vida se llega igualmente a donde se tenga que llegar y muchas veces antes que los otros que corren tanto.
    Abrazo enorme.

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    1. A mí de más joven también me pasaba y era justamente por eso, porque no sabía exactamente hacia dónde iba... Nada que añadir a lo que dices, son palabras tan sabias.... se llega igualmente o más a dónde se tenga que llegar, y no corriendo "como pollos sin cabeza" sin rumbo. Gracias por compartir.
      ¡Otro abrazo enorme, Amaia!

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  10. Coincido contigo en que la impaciencia no nos deja disfrutar del presente y genera insatisfacción.
    Muy sabias tus reflexiones, Yolanda.
    Y qué disfrute el cuento del bambú. Gracias por compartirlo.
    Un gran abrazo.

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    1. Gracias a ti por pasarte y comentar. En efecto, el cuento del bambú es todo un deleite y aprendizaje.
      ¡Otro gran abrazo de vuelta, Carmen!

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